Huele mal en España, de nuevo se ve
oscurecida por la silueta fantasmal de la corrupción. Las noticias que se
suceden y vamos conociendo vuelven a dibujar un escenario que permanecía
adormecido en nuestras mentes…es la realidad pura de lo que se ha ido tejiendo
y consolidando a la sombra de las cloacas y prácticas de la política durante el
periodo democrático después de la transición. Ahora todo está oscuro y huele mal
Son muchos los avances sociales y de todo tipo,
los que se han ido produciendo durante estos 35 años de periodo democrático, no
lo podemos negar. España despegó de aquel periodo de ocaso y falta de
libertades y con ilusión todos nos pusimos a construir un nuevo futuro de
libertades y derechos democráticos. Nos
dotamos de Órganos, Instituciones, y dimos nuestra confianza y el testigo a
los Agentes Políticos y Sociales para
que con nosotros y en nuestro nombre nos llevaran a ese futuro de convivencia y
prosperidad, al menos que ese fuera el objetivo aunque fuera difícil llegar a
el.
Ahora a la vista de los acontecimientos, me
siento defraudado…y porque no, también estafado…pues si no se puede negar que
durante estos años crecimos en derechos y libertades y como país, ahora podemos comprobar asombrados, con estupor y sufrimiento, que nada de lo que se construyo
está asentado, y todo lo hecho en 35 años, puede desaparecer y esfumarse en
uno, me doy cuenta que aquella
transición tantas veces puesta como ejemplo, no se hizo bien, y que no se ha construido una democracia
fuerte y con calidad…en definitiva la
democracia puede respetar y tolerar todo, menos lo que la puede destruir.
Y en ese proceso estamos, de destrucción de
derechos y libertades, de mediocridad política y de corrupción que lo impregna
todo….un proceso que diluye y destruye la propia democracia, esa que tanto ha
costado construir. Quiero creer, quiero tener ilusión, quiero construir,… pero
para creer y tener ilusión de nuevo, estoy convencido de que tendremos que
construir de otra manera y con otros,…. tendremos que repensar el que, el como
y a quien o quienes les damos nuestra confianza y sobre todo no darles la llave
de nuestra casa a unos delincuentes.
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